Con la llegada sin retraso del nuevo año nacen con el un tsunami de ilusiones sueños y quimeras que de seguro los 365 no nos bastaran para cumplirla, pero como nos dice Steven Covi en su libros los 7 hábitos y el primero es empezar con un fin en la mente.
Cualquier actividad en nuestra vida profesional y sentimental.
Luego de pasar balance y ver los resultados a favor o en contra de nuestros pronósticos fallidos del aÑo que recien finaliza ,empezamos de nuevo con la valentía y el coraje que nace de la necesidad de ser mejor cada día, usando como trampolín las adversidades que llegaron de forma inesperada y que se superaron o están en vía de superarse.
Generalmente nos preocupan y ponemos delante el tema económico, buscar la mejor manera de ser más productivo menos superfluo, saber distinguir que necesitamos no que queremos ,enfocarnos en adquirí vienes que nos brinden un confort virtual y que maquillen con objetos lujosos y nuevos que sustituyan lo que conseguimos con sacrificio y creiamos la novedad hace apenas unos meses y que hoy son obsoleto no por su funcionamiento sino por que lo dice alguien amanerado con el titulo de fashionista que nos da la profecía, perdón la tendencia de lo que se debe usar y lo que no. pero que ironía son los mismo que visten de una manera estrafalaria muy distinta a lo que recomiendan.
La planificación de nuestro calendarios emocional jamás la hacemos y todo lo justificamos con la falta de tiempo, y que recuerdo yo una hora en radio, televisión, en el la cárcel o en una fiesta tiene siempre 60 minutos y un día 24 hora.
Mi hermano mayor siempre me recuerda la calidad más que la cantidad del tiempo que debemos dedicarle a nuestros seres queridos y en eso tiene mucha razón y es algo que reconozco debo cambiar con carácter de urgencia .
He profetizado estos 12 meses como lo más intenso que he de vivir. Después de transcurrir el año sabático que me di como remedio casero para cerrar brechas y soltar amarar que impedían dar riendas suelta a mis instinto aventurero , buscare el rostro y la figura que endulce tantos ratos de amargura sufrido por alguien que no valió la pena ni vale el esfuerzo de malgastar mas tiempo recordando esos malos desaciertos
Poner en manos de dios nuestro plan estratégico es la mejor toma de decisión.
Salud a todos y como siempre le deseo que amen todo lo que hacen y como lo hacen y para quien lo hacen...
sábado, 3 de enero de 2009
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