sábado, 8 de noviembre de 2008

LEGITIMANDO MI SOLEDAD

LEGITIMANDO MI SOLEDAD.

En una institución bancaria donde me encontraba tratando de hacer efectivo un cheque que recibí por el pago de mis honorarios, la bella cajera que me atendió me pidió que esperara unos minutos sentado en un cómodo sofá de piel color negro.

Mientra me hundía buscando la comodidad y el confort en ese mueble note que tenia mi cedula de identificación en la mano y comencé escrutar los datos de mi persona que se encuentran en ella verifique mi nombre, mi dirección, Mi sexo todo correcto hasta que vi. La casilla de mi estado civil. Aun decía que era soltero.

Me pregunte como era posible si pague a un juez civil para que me uniera a alguien en los primeros anos de la década de los 90 y luego pague a otro juez al final de esa década para que disolviera eso errada decisión.

Cambio el siglo y a mediado de la década de 2000 volví a otra cámara civil confiado a que ahora si no podía fallar y firme de nuevo el libro que se supone me cambiaria automáticamente mi estado civil a casado, no entendí mi afán por el cambio solo con eso legitime a mi compañera porque en mi querido país la renta no toma en cuenta tu estado civil para deducción de impuesto al final del periodo fiscal.

La espera se hacia larga y seguía pensando en mi estado civil. Como me encuentro en una transición esperando que esa compañera decida que hacer, recupere de nuevo temporalmente el estado civil de manera extra oficial como dice mi cedula de identificación. Es decir que para la justicia no cometo ninguna falsedad de documento

Recuerdo que cuando me presente a cambiar mi cedula con voz firme le dije a la joven que me verificaba los datos que ya era casado y me contesto que le enseñara el acta de matrimonio, que yo recuerde nadie anda con ese documento encima si eres feliz.

Solo anduve con ese documento cuando mi abogado lo requería para la separación legar, Le dije que como era posible que no apareciera en la computadora esa información donde se suponía que todas las instituciones públicas tenían información cruzada, pero no es así.

Cansada de mis interrogantes me miro mis dedos y no vio el anillo de boda y esa fue su coartada para no cambiarme mi estado civil. Lo mismo sucedió cuando le pedí que cambiara mi profesión, me pidió el titulo y de nuevo miro mis dedos vacíos.


Lamentablemente tengo que seguir acompañando mi soledad y contarme en la larga lista de los soltero, estado civil que se adquiere por obligación o falta de comprensión o por exclusión forzada de un Alzheimer inducido

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